La Asociación de Estafados Victifin te alerta sobre una nueva macroestafa de criptomonedas en Málaga que ha dejado más de 3.600 víctimas y ha generado pérdidas por 37 millones de euros. La Policía Nacional ha desmantelado la organización criminal tras tres años de investigación, logrando la detención de ocho personas. Los estafadores prometían rentabilidades de hasta un 300% en un año, atrayendo a inversores incautos que depositaban sus ahorros en una plataforma fraudulenta.
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El fraude: promesas irreales y captación masiva
La operación policial se ha saldado con la detención de ocho personas en Málaga, Murcia y Madrid. Entre los arrestados se encuentra un programador informático considerado el cabecilla de la trama. Junto a expertos en marketing y diseño web, crearon una plataforma que aparentaba ser una oportunidad segura de inversión en criptomonedas.
A través de redes sociales y páginas web, la organización ofertaba un plan de inversión en bitcoins con supuestos beneficios extraordinarios. No era necesario tener conocimientos previos sobre criptomonedas, ya que los propios estafadores facilitaban la compra y gestión de los activos digitales.
Para generar confianza, en las primeras fases del fraude los inversores recibían pequeñas ganancias. Esto provocaba que muchos reinvirtieran mayores cantidades de dinero y recomendaran el servicio a familiares y amigos, alimentando la estructura piramidal.
Rentabilidades imposibles y contratos engañosos
La estafa comenzó a destaparse en 2022 cuando un inversor de Murcia denunció la imposibilidad de recuperar su dinero. La Policía inició entonces una compleja investigación que destapó una red de alcance internacional. Se identificaron 3.646 víctimas en 36 países, de las cuales 2.718 residían en España.
Los contratos fraudulentos ofrecían rentabilidades del 40% mensual y hasta un 300% anual, algo completamente irreal en el mercado financiero. Victifin recuerda que cualquier inversión que prometa beneficios garantizados y elevados en poco tiempo suele ser una estafa.
Los estafadores llegaban incluso a pedir acceso a los dispositivos de las víctimas para gestionar sus criptoactivos, apropiándose así de datos bancarios y personales. Con esta información, podían realizar movimientos a sus cuentas sin el consentimiento de los afectados.
La caída de la pirámide y el colapso financiero
El fraude funcionó hasta que los inversores intentaron retirar sus beneficios. En ese momento, los estafadores impusieron barreras como comisiones elevadas, exigencia de nuevas inversiones o directamente ignoraron las peticiones de retirada de fondos.
La estructura colapsó cuando se agotó la entrada de nuevos inversores y no pudieron seguir devolviendo pequeñas cantidades de dinero a los primeros afectados.
La Policía Nacional logró intervenir 73 cuentas bancarias, doce coches y cinco motocicletas. También se detectó la creación de una criptomoneda propia sin valor, con la que intentaban seguir engañando a los afectados.
Consejos para evitar caer en estafas similares
Victifin recomienda precaución a la hora de invertir en criptomonedas y sugiere verificar siempre si la empresa está regulada por la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores).
Algunas claves para detectar estafas incluyen:
- Desconfiar de promesas de rentabilidad garantizada y extraordinaria.
- Evitar plataformas sin regulación oficial.
- No conceder acceso a dispositivos ni datos bancarios a terceros.
- Consultar a expertos o asociaciones como Victifin antes de invertir.
El caso de esta macroestafa en Málaga pone de manifiesto la creciente sofisticación de los fraudes en criptomonedas y la necesidad de estar alerta ante este tipo de engaños financieros.