¿Has oído eso de que el más fuerte está para ayudar al más débil? ojalá que apliques este dicho a tu vida tanto como sea posible. Tristemente, el mundo no funciona de esa manera.
Ahora mismo un gran número de personas se aprovechan de sus propias virtudes para pisotear a otras, algo que produce repulsión en quienes todavía sentimos algo de esperanza en la humanidad.
Trata bien a todos los que te rodean
Desde niños nos han enseñado a ser generosos, amables, a comportarnos de la mejor manera en casa y en la calle, en pocas palabras, se nos han sembrado valores que mantenemos a lo largo de nuestra vida y que profundizamos con los años hasta convertirnos en grandes seres humanos.
Claro, existen ciertas excepciones, personas que a pesar de haber aprendido normas básicas para socializar y convivir con otras personas, al crecer se olvidan de ellas para convertirse en versiones desagradables de quienes se suponían que debían ser.
A veces la culpa en parte es de los padres porque ciertamente, muchos padres descuidan este tipo de enseñanza y los hijos crecen haciendo como quieren sin remordimiento alguno.
Otras veces, la culpa es solamente de la persona que ha volteado su camino convirtiéndose en una persona que aprovecha cada oportunidad para crecer sin importar a quien tenga que pisar para lograrlo.
Curiosamente, muchas de estas personas son las “fuertes”, es decir, personas con ciertas capacidades que la mayoría de las personas no tienen. Por ejemplo, personas adineradas, personas populares, personas con gran atractivo físico, con increíbles trabajos o los miles de estafadores que circulan por las redes.
Sabemos que estas personas, los estafadores , no representan la mayoría. Por ejemplo, en un grupo de cien personas puede que solo exista una que es
La mayoría siempre serán personas menos privilegiadas. Pero ¿Qué hacen estas súper personas? Aplastar a los pequeños.
Con el tiempo hemos podido observar a los estafadores denigrando a las victimas, hemos visto a esas personas en supuestos grandes trabajos y con grandes salarios que miran por encima del hombro a quienes están en menor condición y reírse de sus victimas mostrándoles el dinero que ganan Y esto es prueba inequívoca de lo mal que está el mundo.
Muchas veces coincidimos con quienes piensan que los talentos y las riquezas están mal administradas y repartidas pues a veces quien no debe tener tiene de más y quien debe tenerlo todo no alcanza nada.
Las personas que a pesar de tener tantos atributos, riquezas y suerte, viven en arrogancia sin conocer el respeto y la gratitud son básicamente personas mediocres que no deberían tener nada.
Y no hablamos con envidia o rencor, decimos esto porque ciertamente no existe razón alguna por la que alguien (por mucho que tenga) deba humillar a otros, y menos si la otra persona no tiene absolutamente nada.
Una persona así solo guarda en su corazón egoísmo, falta de carácter y de principios, y maldad. Nunca quieras ser parte de algo así. Si en tu vida hay suerte, buena fortuna, talentos y en definitivamente fuerza, comparte y ayuda a los demás.
Tu vida valdrá más cada vez que hagas más por los otros.
Aléjate lo máximo posible de este tipo de personas ,no les permitas que te humillen, a la primera de cambio cuélgales el teléfono y no le atiendas mas.