La Ertzaintza descubre como grupos organizados captan a pequeños ahorradores por Internet con el engaño de altas rentabilidades fuera del mercado
¿Quiere sacar el máximo rendimiento a sus ahorros y aprovechar una oportunidad única? Pues tenga cuidado. La estafa del siglo XXI con reglas clásicas y en las que, según las investigaciones abiertas, ya hay ciudadanos vascos que han perdido hasta 300.000 euros al ‘comprar’ por Internet productos vinculados a monedas virtuales que un presunto asesor les gestionará hasta convertir los 300 euros iniciales en una fortuna.
“Estamos constatando auténticas catástrofes familiares por unas estafas cada vez más habituales”. La Policía vasca ya ha lanzado una seria advertencia sobre el incremento de un engaño tras constatar la “tendencia ascendente” de las denuncias. No hay, de momento, datos comparativos respecto a años anteriores pero el uso generalizado de Internet en operaciones financieras y el confinamiento obligado por la pandemia de Covid-19 han abonado el campo para las mafias que desde cualquier país del mundo buscan a pequeños ahorradores.
Según las investigaciones policiales en Euskadi, los fraudes detectados van desde las primeras cantidades de enganche que parten de los 250 a 300 euros a los 600.000 euros. Y hay varios vascos que han reconocido haber sido estafados con cantidades cercanas a los 100.000 euros, cuya recuperación es prácticamente imposible.
Los presuntos gestores de patrimonio contactan con sus víctimas tras detectar en internet que se han interesado por invertir en productos de riesgo. Datos de contacto incluidos en esas visitas movidos por la curiosidad son el camino para localizar a ahorradores y a partir de ese momento comienza el fraude de bandas integradas por “gente muy preparada” que combina la persuasión clásica del charlatán con las nuevas tecnologías, incluida una página web que detallará el enriquecimiento progresivo de la víctima.
“En apenas 4 días tenemos constancia de cómo a un inversor que depositó 300 euros le estafaron 4.000 euros”, advierte el especialista de la Ertzaintza para constatar que mordido el anzuelo los delincuentes intentan exprimir a su víctima. Los más propensos a caer en la presunta inversión segura e hiperrentable son hombres de entre 60 y 70 años con un conocimiento básico de Internet pero con capacidad económica para transferir datos clave a las redes de estafadores. Y una de las trampas utilizadas por los delincuentes disfrazados de gestores de patrimonio se basa en convencer a su “victima” para que instale una aplicación de escritorio remoto y el estafador, desde su dispositivo electrónico, tiene la capacidad de controlar el dispositivo de la víctima y actúa como si del propio inversor se tratara.
“Hay gente que invierte todo su dinero y cuando reclama recuperar la inversión se da cuenta y otros que llegan a pedir préstamos porque siguen convencidos de que en algún momento les devolverán lo perdido si siguen sus recomendaciones”, destacan desde la Ertzaintza tras comprobar el grado de autoconvencimiento sobre la decisión tomada de algunos de los estafados. La Policía vasca, además, ha llegado a detectar en algunos casos cómo los estafadores extorsionan a sus víctimas al pedir más dinero para recuperar lo invertido e incluso cuando ya han sido conscientes del engaño.
Se basan diciendo que tienen que pagar unos impuestos y que sino lo pagan entonces serán detenidos por interpol por blanqueo de capitales, también se hacen pasar por diferentes abogados y siguen robando más y más dinero.
“Presuntos bufetes de abogados se ponen en contacto con aquellos que ya se han dado cuenta del engaño y tras reclamar sin respuesta su dinero comienzan a buscar en Internet una solución. Angustiados ni se plantean por qué reciben estas llamadas de ‘ayuda’ que son una parte añadida de la estafa”, advierte uno de los especialistas de la Ertzaintza que sigue el rastro de los delincuentes.
“Las expectativas de recuperar el dinero son muy escasas”, reconoce la Ertzaintza que ha elaborado un listado de recomendaciones tanto antes de invertir como cuando ya se ha invertido o incluso se tiene la constancia del engaño. Por supuesto, animan a que se realice la denuncia y especialmente la Policía vasca recalca la importancia de no fiarse ante cualquier oferta de inversión recibida y comprobar la realidad de la presunta gestora.