El exministro socialista y expresidente del Parlamento Europeo invirtió 150.000 euros en una supuesta firma de brókeres británica que se esfumó antes del verano sin dejar rastro
El exministro de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno y expresidente del Parlamento Europeo ha denunciado ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la Policía Nacional que ha sido víctima de una estafa en internet que le ha costado 150.000 euros.
Ha sido imposible localizar a los responsables. La estafa se produjo a través de una falsa oficina de trading’ que después de un año gestionando supuestamente los ahorros del dirigente socialista, se esfumó sin dejar rastro no me la recomendó nadie. Encontré una página e hice una primera inversión de 50.000 euros. Lo gestionaban bien, aunque nunca llegué a repatriar ninguna cantidad porque todo esto solo duró un año Borrell, ingeniero aeronáutico y doctor en ciencias económicas de formación, afirma que la apariencia de la firma de brókeres era completamente normal.
Operaban bajo la marca ConsortFX. Aseguraban que trabajaban con entidades como Northwestern Bank y Commerzbank, y durante meses estuve comprobando que todo funcionaba correctamente. Atendían al teléfono y parecía que eran profesionales. Supuestamente, era una compañía de Reino Unido, aunque la oficina con la que me comunicaba estaba atendida por franceses y tenía domicilio en París decidió transferir otros 100.000 euros a las cuentas de ConsortFX. Todo funcionaba correctamente hasta que un día dejaron de contestar los mensajes, dejaron de contestar los correos, la página web desapareció en la naturaleza y nadie contestaba a los teléfonos.
Su dinero había desaparecido y también los presuntos autores del engaño. Borrell se puso en contacto con los bancos a los que había transferido sus fondos, pero le respondieron que las cuentas de destino ya no existían.
El exdirigente socialista dudó entonces qué hacer su primera reacción fue acudir a la CNMV pero, al tratarse de una empresa extranjera que además no estaba sometida a ningún tipo de control, en ese organismo le recomendaron que se pusiera en contacto con la Policía para formular una denuncia. Fue entonces cuando acudió a la comisaría en Madrid me dijeron que no podía imaginarme la cantidad de gente a la que le pasaban estas cosas es mucho dinero no tenía claro si debía presentar la denuncia. me puse en contacto con la embajada de Francia, porque supuestamente los teléfonos eran de allí y las personas con las que hablaba eran teóricamente francesas, aunque luego me dijeron que eso no quiere decir nada.
El otro motivo por el que decidió contar su caso a la Policía es que, al tratarse de una pérdida patrimonial, necesita justificar ante Hacienda la desaparición de esos fondos. El dinero figuraba en mi declaración de bienes en el extranjero. Nunca llegué a declarar plusvalías por la inversión porque no me dio tiempo. Esto duró solo un año. Pero en los próximos ejercicios necesitaré demostrar qué es lo que ha ocurrido con ese dinero y probar la pérdida. Borrell admite que una persona con sus conocimientos y trayectoria debería haber sido más precavida. Probablemente, no tomé las precauciones necesarias, es evidente. Ahora ya sé que antes de trabajar con una empresa de brókeres tienes que verificar que esté dada de alta en la CNMV, mirar si están vigilados o no. Pero bueno, tenía una apariencia tan absolutamente normal, con Northwestern Bank y Commerzbank… Crees que no es una cosa peligrosa la información está en manos de la Policía. El exministro socialista ha facilitado datos sobre las cuentas bancarias de ConsortFX, las direcciones de correo y los teléfonos que emplearon los estafadores para comunicarse y otras pistas que podrían servir para localizar el dinero, pero los investigadores le han advertido de que las opciones de recuperar la inversión son remotas. Los autores de estos ciberdelitos mueven los fondos en tiempo récord, usando identidades falsas, hasta que consiguen alojarlo en refugios casi indetectables. Esta misma semana tendrá que formalizar su salida del consejo de administración de Abengoa, después de que la compañía se haya visto abocada a declararse en concurso de acreedores y sus máximos responsables estén siendo investigados en la Audiencia Nacional por autoconcederse indemnizaciones millonarias tras haber conducido a la empresa a la quiebra. El exdirigente del PSOE estaba cobrando en Abengoa 300.000 euros al año.