Han sido detenidas cuatro personas y se ha identificado a 90 perjudicados en zonas limítrofes de Gipuzkoa y Bizkaia, que aportaron entre 3 y 4 millones de euros a cambio de bonos chinos
La Policía Nacional detuvo en Gipuzkoa a cuatro personas a las que se les imputa un delito de estafa piramidal y blanqueo de capitales, tras conseguir entre tres y cuatro millones de euros aprovechando la relación de confianza con las víctimas, que aportaban cantidades de dinero que oscilan entre los 6.500 y los 90.000 euros con la promesa de adquirir bonos que tendrían “una rápida y gran rentabilidad”.
Iniciada la investigación se pudo observar que se trataba de un delito de estafa, cometido en la venta de Bonos de Deuda China de 1913, deuda que no está reconocida por el Gobierno chino.
Una estafa piramidal es aquella en la que no existe una actividad o inversión real que la sustente, sino que los “beneficios” de unos “inversores” se pagan directamente con el dinero que “invierten” otros “inversores”.
Es decir, con el dinero de los últimos que entran en el sistema pagan a los primeros que entraron en dicho sistema. Estas empresas no invierten el dinero en las inversiones que dicen hacerlo, simplemente se dedican a dar el dinero de los nuevos a los antiguos “inversores”.
Varias personas se dedicaban a captar compradores de los supuestos bonos entre su círculo cercano, aprovechando la relación de confianza, para que aportasen cantidades de dinero que oscilaban entre los 6.500 euros y 90.000, con la promesa de adquirir este tipo de bonos que tendrían “una rápida y gran rentabilidad”.
Pedían cantidades de dinero que oscilaban entre los 6.500 euros y 90.000, con la promesa de adquirir este tipo de bonos que tendrían «una rápida y gran rentabilidad»
Los afectados nunca llegaron a ver los bonos, ni tampoco conocieron el nombre del supuesto gestor en EE.UU. Cuando solicitaban explicaciones las excusas eran varias, con el fin de dilatar el engaño en el tiempo. Se solía firmar un contrato entre particulares para dar una mayor credibilidad, e, incluso, se otorgó apoderamiento ante notario al principal autor, el hacedor.
El grupo criminal estaría formado en España por el principal investigado y su exmujer, quienes vendieron bonos entre clientes pertenecientes a su entorno, gestionando directamente una cartera, o bien a través de los otros dos detenidos, que a su vez tenían su propio abanico de clientes, conformando una estructura piramidal.
El principal investigado compraba estos bonos a una persona residente en Miami , para lo cual se desplazaba periódicamente, realizando el envío de dinero mediante transferencias bancarias de dinero o remesas de cheques, desde sus cuentas o la de los otros investigados, apreciándose el flujo de gran cantidad de billetes de 500 euros en las transacciones.
Los autores obtenían así beneficio del sobreprecio que cobraban a sus clientes. Así, se ha verificado que el montante aportado por los inversores oscila entre los 3 a 4 millones de euros.
Además, ofrecían a los perjudicados la posibilidad de abrir cuentas con el resultado de la inversión, del que aseguraban intereses elevadísimos a corto plazo en Paraísos Fiscales como Andorra, Luxemburgo e incluso Suiza. Esta actividad se desarrolló desde el año 2003 hasta el 2013.
Según ha indicado Interior, la operativa que llevaban a cabo los cuatro detenidos “no resultaba coherente con la actividad declarada por los titulares de las cuentas”. Así, dotaban a sus operaciones de una opacidad, evitando el control fiscal, al eludir la declaración de esta actividad.
Los bonos, supuestamente, después de ser retirados en EE.UU, estarían depositados, parte en una caja de depósitos en Suiza, de la que se han servido de intermediarios, y otra parte, gestionados por una plataforma, en Hong Kong.
La investigación ha sido desarrollada por la Brigada Provincial de Policía Judicial de San Sebastián, perteneciente a la Jefatura Superior de Policía del País Vasco.
Diez consejos para que no le estafen
1. Confirme que la sociedad está autorizada por la CNMV 900535015.
2. Sea preguntón Pregunte sobre las características de la inversión que le proponen. Que se lo den por escrito.
3. Desconfíe de las prisas Desconfíe si le urgen a realizar la inversión. Una sociedad legal no le presionará para una inversión inmediata. Tampoco se fíe si le piden que capte clientes o si le dan bonificaciones de entrada.
4. Ojo con la red No se deje engañar por la sofisticación de algunas páginas web. Recele de las ofertas no solicitadas que le lleguen a través de las redes sociales.
5. No hay duros a peseta Sospeche cuando le prometan alta rentabilidad sin riesgo. Y no invierta si no entiende el producto.
6. Revise las comisiones Preste atención a las comisiones y los gastos.
7. Compruebe todo Compruebe que los productos que le ofrecen existen y la cotización de los valores en los que supuestamente invierte.
8. Examen de idoneidad Los intermediarios financieros autorizados están obligados a evaluar si el producto que le ofrecen es conveniente para usted (en función de su experiencia y conocimientos) y su idoneidad (conocimientos, situación financiera, objetivos de inversión) a través de un cuestionario. Desconfíe si no lo hacen.
9. No entregue más dinero Pida reintegros y no haga más aportaciones si no logra que le devuelvan su dinero.
10. Denuncie Comunique a la CNMV cualquier sospecha y denuncie ante la Policía o el juzgado los incidentes.