Las autoridades están en alerta ante el aumento de grupos militantes que han aprendido a usar esta divisa digital que es difícil de rastrear.
Los gobiernos de Occidente y algunos otros han catalogado a Hamás, el grupo miliciano de Palestina, como una organización terrorista y la han dejado fuera del sistema financiero tradicional. Sin embargo, este año, su brazo militar ha desarrollado una campaña cada vez más sofisticada para recaudar dinero por medio de Bitcoin.
En la versión más reciente del sitio web que montó su ejército, conocido como Brigadas Al Qassam, todos los visitantes reciben una dirección única de Bitcoin a donde pueden enviar la moneda digital, un método que hace que las donaciones sean casi imposibles de rastrear para las agencias de seguridad.
El sitio, el cual está disponible en siete idiomas y presenta el logotipo de las brigadas, con una bandera verde y una metralleta, contiene un video bien producido que explica cómo adquirir y enviar bitcoines sin que se enteren las autoridades.
Sin embargo, en los últimos meses, organizaciones y autoridades gubernamentales que rastrean el financiamiento de los terroristas han comenzado a encender alarmas sobre un repunte en la cantidad de organizaciones terroristas islámicas que están experimentando con el bitcóin y otras monedas digitales.
La recaudación obtenida mediante campañas individuales parece ser modesta: ronda las decenas de miles de dólares. No obstante, las autoridades destacaron que los atentados terroristas a menudo requieren de poco financiamiento. Además, da la impresión de que el uso que las agrupaciones les dan a las criptomonedas se está volviendo más sofisticado.
“Se va a ver mucho más de esto”, comentó Yaya Fanusie, un exanalista de la CIA que ahora es consultor en el tema de los actores malintencionados que utilizan las criptomonedas. “Esto será parte del sistema de financiamiento de los terroristas, y es algo a lo que la gente debería prestar atención”.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, ha llamado la atención sobre este asunto en dos discursos en meses recientes, en los cuales ha solicitado un monitoreo más activo de los negocios de criptomonedas.
“Estamos dedicando muchos recursos específicamente a este rubro”, señaló en una entrevista Sigal Mandelker, la subsecretaria para Terrorismo e Inteligencia fFinanciera del Departamento del Tesoro. “Todavía es algo relativamente nuevo para ellos, pero estoy segura de que veremos más de esto en el futuro”.
Las criptomonedas son atractivas para los delincuentes porque pueden guardar y transferir dinero sin una autoridad central, como PayPal, que pueda cerrar cuentas y congelar fondos. Cualquier persona en el mundo puede crear una dirección de Bitcoin y comenzar a recibir monedas digitales sin siquiera dar un nombre o un domicilio.
Los mercados en línea donde se pueden comprar drogas con bitcoines están manejando casi 1000 millones de dólares en comercio al año, a pesar de que las autoridades han cerrado numerosos mercados importantes.
Los países que enfrentan sanciones económicas de Estados Unidos, como Irán, Venezuela y Rusia, también han tomado medidas para crear sus propias criptomonedas a fin de eludir el bloqueo.
Los terroristas han tardado más en adoptar el bitcóin en parte por su sofisticación técnica, aseguraron expertos en terrorismo. Las organizaciones terroristas también han encontrado métodos para usar el sistema financiero tradicional sin la necesidad de Bitcoin.
Tradicionalmente, Hamás, agrupación que controla el territorio costero palestino de Gaza, ha sobrevivido gracias a cientos de millones de dólares en donaciones de gobiernos extranjeros como Catar. El Estado Islámico (EI) en Siria subsistió con impuestos y cuotas que cobraba en los territorios que controlaba.
La organización de Stalinsky, coconocida como Memri,, está a punto de publicar un informe de 253 páginas sobre las señales cada vez más frecuentes del uso de las criptomonedas por parte de las agrupaciones terroristas, en particular las de Siria, que están huyendo debido a que los militantes del EI han perdido casi todo el territorio que solían controlar.
Durante varios años, hubo pistas esporádicas de que los terroristas usaban bitcoines. Fanusie, el exanalista de la CIA, dirigió la atención del público hacia una campaña de recaudación de fondos que el Consejo Mujahidin Shura inició en 2016 en las proximidades de Jerusalén, una agrupación con sede en Gaza que ha sido catalogada como una organización terrorista.
No obstante, los primeros esfuerzos fueron burdos. La campaña de Gaza daba una sola dirección de Bitcoin, lo cual facilitó que las agencias de seguridad monitorearan de dónde provenía el dinero. La cartera que publicitó el grupo solo obtuvo unos cuantos miles de dólares en bitcoines.
Cuando las Brigadas Al Qassam comenzaron a reunir dinero a finales del año pasado, una firma de investigación israelí, Whitestream, determinó que Hamás estaba guardando al menos parte del dinero en carteras abiertas con la empresa estadounidense de criptomonedas Coinbase.
“Los terroristas están aprendiendo a enviar y recibir monedas digitales de una forma más inteligente”, comentó Itsik Levy, director ejecutivo de Whitestream, la firma de inteligencia israelí que rastrea las transacciones con bitcoines. “¿Por qué no habrían de aprovecharlo los terroristas? Es algo muy bueno para ellos”.
Levy mencionó que es probable que las sumas que se envían sean pequeñas, pero que cada vez son más difíciles de monitorear.
El Departamento del Tesoro, bajo Mnuchin, ha estado promoviendo reglas internacionales que exigirían que las bolsas de criptomonedas realicen una verificación total de la identidad de cualquier persona que retire monedas digitales de una cartera.
Esto podría facilitar la detección de ciertas transacciones ilegales. Sin embargo, los terroristas y otros criminales que usan las criptomonedas ya están descubriendo métodos que podrían hacer más fácil la evasión de las nuevas reglas, en parte con el uso de criptomonedas que ofrecen más privacidad que Bitcoin.
“Creo que las agrupaciones terroristas siguen en la fase de experimentación: intentando descubrir cuál es la mejor manera de usar las criptomonedas”, señaló Zarate, quien ahora es asesor de Coinbase. “El desafío es que siguen experimentando”.
Los delitos financieros, entre ellos los delitos fiscales, el lavado de activos y la financiación del terrorismo,
socavan los intereses políticos y económicos de los países y representan una grave amenaza para la
seguridad nacional. Las fuerzas del orden que trabajan para luchar contra estos delitos operan en un
entorno que cuenta con pocos recursos, y los avances tecnológicos implican que los delincuentes están
usando métodos cada vez más sofisticados para evitar ser detectados. Así pues, para combatir estos
delitos es preciso adoptar un “enfoque pangubernamental” según el cual las diferentes autoridades
encargadas de perseguir la delincuencia financiera puedan poner en común sus conocimientos y aptitudes
a fin de prevenir, detectar y reprimir de manera colectiva tales delitos.
financieros, y en general se reconoce que las autoridades tributarias tienen un importante cometido a la
hora de detectar y comunicar actividades de lavado de activos y financiación del terrorismo. Aunque las
ventajas de la comunicación y del intercambio de información entre las autoridades tributarias y las
encargadas de luchar contra el lavado de activos son bien conocidas, tanto los países desarrollados como
los países en desarrollo afrontan desafíos constantes a la hora de llevar a la práctica esta cooperación
intergubernamental.
operacionales y culturales sólidos que permitan la comunicación y el intercambio de información entre las
autoridades tributarias y las autoridades encargadas de luchar contra el lavado de activos y la financiación
del terrorismo.
Las iniciativas encaminadas a frustrar estas actividades delictivas empiezan con la
expresión de una firme determinación por parte de los líderes políticos, pero, en definitiva, terminan
cuando los funcionarios públicos aplican estas políticas sobre el terreno.