El fraude del siglo es una investigación sin precedentes escrita por los galardonados periodistas de The Wall Street Journal, Tom Wright y Bradley Hope, sobre el fraude financiero más grande del siglo XXI. El polvo aún tenía que asentarse en la crisis financiera mundial en 2008, cuando un graduado de Wharton puso en marcha un fraude de magnitud sin precedentes, que simbolizaría la próxima gran amenaza para el sistema financiero global. Te recomendamos: La caída y resurgimiento del ‘noir’ en literatura mexicana Los aspectos prácticos del plan eran sorprendentemente simples: Jho Low persuadió al primer ministro de Malasia para que creara un fondo de inversión que dirigiría desde las sombras. Recaudó más de 10 mil millones de dólares de inversionistas globales con la ayuda de Goldman Sachs y otras instituciones, y durante la siguiente media década desviaron no menos de cinco mil millones de dólares. El dinero fue utilizado para financiar elecciones, comprar propiedades de lujo en Londres, Nueva York y Los Ángeles, producir películas de Hollywood —incluida El lobo de Wall Street— y hacer fiestas llenas de champaña por todo el mundo. Su generosidad también le produjo amistades con actores como Leonardo DiCaprio, modelos de Victoria’s Secret —Miranda Kerr— e incluso con un miembro del círculo íntimo del presidente Barack Obama. Lo más asombroso fue que nadie pareció notarlo, ni los bancos globales, como Goldman y J. P. Morgan, que se hicieron de la vista gorda frente a las oscuras transferencias de cientos de millones de dólares; ni tampoco los auditores internacionales, banqueros centrales ni vigilantes del sistema financiero oficial.