La mayoría de los titulares en los últimos meses al hablar de criptomonedas tienen que ver con las estafas, fraudes y otros delitos relacionados con el uso de estas monedas virtuales.
La ICO Class Action (un colectivo que denuncia legalmente estos casos) afirma que el 98% de las ICO (Inicial Coin Offering) son puras estafas y que las pérdidas asociadas a este fenómeno rondan los 20.000 millones de dólares en todo el mundo.
Y aunque la mayoría de los casos más sonados tienen como contexto Estados Unidos o Asia, nuestro país tampoco escapa a los problemas relacionados con Bitcoin y similares.
Hablar de criptomonedas es hablar de una de las tendencias más de moda en estos momentos, de una moda que parece imparable y que suma defensores y detractores a partes iguales.
Algunos ven en nombres como Bitcoin o Ethereum la solución para descentralizar el sistema financiero y romper con las dinámicas endémicas de la banca y los reguladores tradicionales. Otros solo ven un activo digital sin respaldo real alguno, que vive de la especulación y de constantes correcciones en su valor que convierten en inútil esta supuesta divisa,pero más allá de ese debate de fondo, lo que llena la mayoría de los titulares en los últimos meses al hablar de criptomonedas son las estafas, fraudes y otros delitos relacionados con el uso de estas monedas virtuales.
Varias plataformas de cambio han acabado en escándalos mundiales, han desaparecido cientos de millones de euros y hay otros tantos que están siendo blanqueados de la droga o el crimen físico por medio de estos activos digitales.
Por no hablar de las estafas protagonizadas por muchas de las nuevas criptomonedas que tratan de salir al mercado, y que en la mayoría de las ocasiones no son sino puro humo. De hecho, la ICO Class Action (un colectivo que denuncia legalmente estos casos) afirma que el 98% de las ICO (Inicial Coin Offering) son puras estafas y que las pérdidas asociadas a este fenómeno rondan los 20.000 millones de dólares en todo el mundo, y aunque la mayoría de los casos más sonados tienen como contexto Estados Unidos o Asia, nuestro país tampoco escapa a los problemas relacionados con Bitcoin y similares. Y es que, tan solo en 2019 hemos vivido varias estafas y fraudes vinculados con las criptomonedas que han hecho saltar todas las alarmas…
El caso Bitchain es seguramente el más popular de los que han acontecido en España en los últimos años.
Este fraude, que estalló en 2018 pero que sigue coleando y ofreciendo nuevos detalles en este 2019, fue protagonizada por los hermanos Jordi y Miguel Alcaraz, fundadores de la empresa.
Ellos fueron pioneros en el uso de Bitcoin en Cataluña, lograron el apoyo del ESADE y de los Ferrocarriles de la Generalitat (FGC) para instalar toda una red de cajeros de esta criptomoneda en toda España.
Los dos hermanos fueron acusados de estafar unos 180.000 euros a una empresa y dos particulares. A las víctimas, los hermanos Alcaraz les habrían dicho que emplearían el dinero de esos préstamos para comprar Bitcoins, pero finalmente destinaron ese capital a otros menesteres. Por ello, la Fiscalía pide para ellos siete años de prisión, mientras Jordi y Miguel siguen manteniendo su inocencia.
Hablamos de CryptosolarTech, una prometedora startup andaluza que llegamos a destacar en Business Insider España y cuyo propósito era realmente admirable: construir una gran granja de de 3.000 ASIC especializados en minería de criptomonedas en la zona de Málaga que serán alimentados con energía solar producida en la propia instalación,planeaba ampliar sus miras e instalar más de estas granjas en todo el sur de la península.
Para financiar esta aventura, los emprendedores de CryptosolarTech emprendieron una ICO, cuyo activo ha ido fluctuando de valor de manera muy drástica al calor de noticias como la supuesta inversión de 50 millones de euros de un fondo de inversión (Montbrun Private Capital), pese a que en los registros del blockchain apenas se mostraban unos 140.000 euros recaudados,también llegaron a lanzar la plataforma de minado, verificada incluso por una empresa externa, que ilusionó de nuevo a los inversores en este proyecto.
Pero, tal y como denuncian los afectados, la realidad es muy distinta. En Forobits se alerta de que no hay pruebas de esos 50 millones de inversión extranjera e, incluso, de que la supuesta nave en la que iban a centralizar sus operaciones en Málaga no existe (al parecer seguirían trabajando desde una oficina cedida por el consistorio de la localidad).
También está siendo un año movido en cuanto a ciberdelitos al uso, pero con el trasfondo de las criptomonedas, se refiere. Así sucede, por ejemplo, al hablar del phishing (robo de credenciales online simulando las páginas web legítimas de un organismo oficial o de un banco).
La Policía Nacional detuvo a 24 miembros de una red internacional de cibercriminales (hay otros 23 detenidos en Marruecos) que robaron las credenciales bancarias de más de 300 víctimas localizadas en Madrid, Cataluña, Galicia, la Costa del Sol, Aragón, Asturias y Melilla, los delincuentes realizaban extracciones en cajeros o compras en comercios físicos a través de aplicaciones de pago por móvil .
Las criptomonedas entran en juego en la última parte de la cadena de trabajo de estos sujetos. Y es que, para blanquear el millón de euros anual que lograban estafar por este mecanismo, los delincuentes usaban la compra-venta de bitcoins. No es de extrañar, por tanto, que en los registros policiales se encontraran no solo pruebas de los crímenes cometidos, sino también 80.000 euros en efectivo y otras cantidades en Bitcoin.
El blanqueo de capitales mediante el intercambio de Bitcoin está a la orden del día, la Policía Nacional desarticuló también un grupo criminal dedicado a la comisión de estafas con la detención de sus cinco integrantes en Palma de Mallorca y Barcelona, los criminales adquirían y vendían productos electrónicos a través de diferentes plataformas de compraventa a un precio inferior al de mercado, consumando la estafa en los procesos de devolución.
La clave innovadora viene de nuevo a la hora de colocar ese dinero de vuelta en el ruedo legal: la banda limpiaba los 500.000 euros de su fraude por medio de criptodivisas, con carteras tanto de Bitcoin como de otras monedas virtuales. Sin ir más lejos, en el momento de la detención, los agentes de la Policía Nacional lograron acceder a las carteras de Bitcoin de los criminales, recuperando 250.000 euros del dinero estafado.
En la misma línea, la Guardia Civil y la Europol llevaron a cabo la Operación KAMPUZO . En ella, se desarticuló otra organización criminal dedicada al blanqueo de capitales mediante múltiples operativas, entre las que destaca la compra-venta de criptomoneda y el uso de cajeros automáticos de monedas virtuales.
En total se detuvo a 8 personas y se imputó a otras 8, además de 9 personas jurídicas, todas ellas por blanqueo de capitales procedentes principalmente del narcotráfico y pertenencia a organización criminal, entre otros delitos.
Otro de los fraudes más habituales en relación con las criptomonedas es el que tiene que ver con la suplantación de la identidad de personajes populares para captar víctimas a estafas de toda índole. En esa línea, este 2019 se extendió como la pólvora una campaña de anuncios en redes sociales que usaban los rostros de ídolos internacionales, como Jeff Bezos o Bill Gates, y patrios, como Amancio Ortega o Pablo Motos, como reclamo.
En estos casos, los anuncios invitaban a invertir en supuestas plataformas de intercambio de criptomonedas (como una tal Bitcoin Revolution), en las que se exige el pago mínimo de 250 euros para comenzar a operar y, eso dice el anuncio, hacerse rico. Además, en algunas ocasiones, los estafadores también exigen datos personales como el DNI o la tarjeta de crédito, pudiendo usar estas credenciales para otros fraudes adicionales.