De Wirecard a Deutsche Bank: la banca alemana daña la imagen del país
Markus Braun, ex consejero delegado de la fintech alemana Wirecard ha sido nuevamente detenido ,el exdirectivo de la empresa declarada en bancarrota había sido puesto en libertad bajo fianza el pasado 23 de junio. Sin embargo, su detención se produce porque se han ampliado los cargos que se le imputan, ha informado la Fiscalía de Múnich.
También se ha procedido al arresto de otros dos antiguos ejecutivos de Wirecard. Un cuarto ex ejecutivo, concretamente el responsable de la filial de la firma financiera en Dubai, Cardsystems MiddleEast, también fue detenido a principios de julio.
Los tres sospechosos ya han sido llevados ante el juez, que ordenó el mantenimiento de la detención a petición del fiscal.
Las autoridades judiciales han ampliado los cargos contra el ex consejero delegado de Wirecard, al que acusaban de presuntamente haber inflado el balance de la compañía y presentado información falsa, después de que un testigo y las averiguaciones realizadas hayan permitido sospechar que los acusados sabían al menos desde 2015 que Wirecard perdía dinero con sus actividades.
La revisión legal actual, los detenidos están acusados de conspiración para llevar a cabo un fraude comercial, presentación de información falsa y manipulación del mercado en varios casos y en diversos grados
La fintech se declaró en suspensión de pagos el pasado 25 de junio tras desvelarse un gran agujero contable, exactamente de 1.900 millones de euros. El futuro judicial del ex consejero delegado de Wirecard es incierto.
Con el caso de Wirecard los sistemas de control de Alemania han vuelto a fallar pero antes de ella fueron Deutsche Bank o Volkswagen, BMW, Daimeler y SAP
En el caso de Wirecard ha confesado un agujero contable de 1.900 millones de euros y se ha declarado en bancarrota en menos de una semana.
Además de las detenciones, Bruselas estudia abrir una investigación al BaFin (el regulador bancario alemán),
Se busca saber si el BaFin -responsable de la supervisión de Wirecard Bank, filial de Wirecard-, erró en su labor e incumplió la legislación europea. Por el momento, la ESMA (Autoridad Europea de Valores y Mercados) va a estudiar lo ocurrido y ha reconocido que lo que ha pasado con Wirecard es una auténtica vergüenza.
El escándalo de Wirecard se ha traducido en el hundimiento en picado de su valor en Bolsa. En menos de dos años la firma ha perdido más de 24.000 millones de su capitalización bursátil. En 2018 valía más de 24.100 millones de euros y en la actualidad sólo 158 millones de euros. Una auténtica hecatombe.
No es la primera vez que una compañía alemana está envuelta en un escándalo de grandes magnitudes. Deutsche Bank, en los últimos años, el primer banco alemán ha sido condenado por manipular divisas, índices bancarios, blanqueo de capitales y mala praxis. Fue en 2015 cuando las autoridades de Estados Unidos y de Reino Unido condenaron al banco a pagar una multa inicial de 2.320 millones de euros por manipular las tasas de referencias del mercado interbancario, entre ellas, el euríbor y el libor. Una práctica llevada a cabo entre 2005 y 2010 en la que estaban implicados trabajadores del banco de Nueva York, Tokio, Londres y Fráncfort.
Tan sólo un año más tarde, Deutsche Bank llegó a un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos por unas reclamaciones civiles relacionadas con la emisión y suscripción de valores respaldados por hipotecas entre 2005 y 2007. En esta ocasión, la multa fue de 7.000 millones de euros.
La imagen pública del banco también sufrió un importante revés a cuenta de la quiebra del grupo de medios Kirch. La justicia condenó a la entidad como responsable de la quiebra ocurrida en 2002. La disputa legal se cerró finalmente con el pago de 775 millones de euros al grupo. La entidad ha pagado miles de millones de euros en multas y acuerdos, impactando fuertemente en sus cuentas.